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TEORÍAS LITERARIAS Y ENSEÑANZA DE LA  LITERATURA
Francisco Meix Izquierdo
Toda teoría resulta esquematizada en exceso al ser divulgada y puesta en aplicación. A pesar de todo, sus creadores merecen un reconocimiento indiscutible, ya que muchas de sus intuiciones siguen siendo valiosas, aunque se hayan visto simplificadas por sus discípulos. Sin embargo, ello suele generar prácticas pedagógicas inadecuadas o rechazables.
El historicismo
El formalismo
Es la perspectiva de quienes conciben el estudio de la literatura como una sucesión de obras y autores enmarcados en corrientes estéticas al hilo de la evolución histórica. Consiste en exponer secuencias cronológicamente ordenadas de influencias temáticas y formales, desconectadas de un conocimiento efectivo de textos completos por parte de los alumnos. En todo caso se utilizan fragmentos de textos para mostrar las influencias antes citadas.
El aprendizaje que se pretende es memorístico, y por ello, resulta escasamente significativo, ya que el estudiante carece de experiencias literarias a las que asociar los nuevos datos que se le ofrecen.
El historicismo dificulta una relación estética con los textos desde el momento en que los alumnos comienzan el estudio de la literatura por obras lejanas distantes de su sensibilidad, adoptando un criterio intelectualista al abordar el fenómeno literario.
El historicismo, en su utilización pedagógica, suele adolecer también a una acusada inflación de contenidos. Desde su punto de vista todo dato es relevante, todo autor aporta algo fundamental, cualquier movimiento literario debe ser reconocido si se quiere entender los que aparecen después. Así el alumno se pierde en un en bosque de datos escasamente significativos.
Bajo este enfoque, se da una ausencia casi total de producciones textuales de carácter estético por parte de los alumnos.

Los formalismos en literatura se caracterizan, más en concreto, por el rechazo de toda paráfrasis, es decir, de la tendencia de tomar el texto como pretexto proyectando sobre él toda clase de interpretaciones subjetivas. Los aspectos biográficos o psicológicos son irrelevantes para el funcionamiento del texto como tal. Los teóricos del formalismo ruso, trataban de evitar el problema de la personalidad creadora, todo lo relativo a la psicología de la creación. Con ello, caen en el inmanentismo negándose a vincular la obra con todo aquellos que es externo a ella.
Una aportación formalista de gran interés es la afirmación de la autonomía entre la vida y el arte. La obra literaria no es un reflejo o trasunto fiel de la biografía del autor o de las circunstancias históricas y sociales, sino que éstas inciden en aquella de modo no univoco ni especular. Pero la autonomía tiene sus límites. La obra de arte es un modelo construido con el fin de interpretar el mundo interior y el exterior.
Según esta escuela, una obra literaria debe verse y entenderse en sí misma sin connotaciones ni relaciones con otra obra, el autor, la historia o cualquier otro aspecto exterior a la obra en sí. Por lo tanto, cada texto, cada enunciado hay que contemplarlos como un conjunto de elementos ordenados sintácticamente y nada más.


Las nuevas tendencias
Estas son las corrientes más actuales que estudian el hecho literario, destacando aquellos aspectos en que las nuevas orientaciones ofrecen un enfoque más adecuado.
La estética de la recepción.
Semiología
Su centro de interés es el objeto estético, es decir, la incidencia del texto en los receptores. Desde su punto de vista hay que situar el fenómeno literario dentro de sus coordenadas históricas, tanto al texto como la figura del lector o la del propio investigador.
El proceso de comprensión es interactivo, esto es, el receptor debe constituirse en emisor que entreteje su propio discurso con el que intenta aprehender.
Esta corriente sienta las bases para que la historia de la literatura adquiera una autenticidad psicológica mucho mayor, al abordar no tanto los textos en si, como los procesos históricos de comprensión de los mismo, que es lo único que nos resulta accesible si pretendemos dotar al estudio de los literario de un mínimo rigor epistemológico.
Cada cultura puede entenderse como un texto global formado a su vez por muchos otros textos parciales (religiosos, jurídicos, científicos, artísticos) que se interpenetran y comparten unas reglas básicas de funcionamiento
En este caso el profesor debe ser capaz de relacionar e integrar los diversos códigos que confluyen en los textos artísticos. No se trata de formar historiadores sino que los alumnos comprendan la sociedad en la que viven como un tipo de sociedad entre otros posibles, diferentes de las que existen o han existido en otros momentos.
Se trata de establecer relaciones entre las estructuras discursivas y también entre estas y las circunstancias sociales e históricas que han dejado su huella en el texto.
La poética de lo imaginario
La pragmática
Se preocupa del contenido simbólico de los textos, en tanto que éstos  sirven como vehículos o mediadores de experiencias profundas, a través de las cuales las energías biológicas de los individuos se canalizan socialmente para insertarse de modo eficaz en las distintas circunstancias históricas de cada colectividad.
La obra literaria cumple siempre unos fines adaptativos, incide de un modo u otro en la práctica humana, ya que contribuye a configurar los modelos desde los que ésta se rige. Y en el plano del individuo la literatura tiene una función terapéutica, pues le ayuda a construir el sentido de su propia vida en relación con las circunstancias de su tiempo, le permite cohesionar los distintos planos de su personalidad y le plantea conflictos emocionales y cognitivos que habrán de resolverse en un equilibrio psíquico de orden superior.



Conclusiones didácticas
Tratamiento conjunto de textos que funcionen como literarios: la función del profesor no consiste tanto en actuar como transmisor de nociones ya acuñadas como en servir de catalizador en los alumnos de procesos de crecimiento intelectual y de maduración afectiva.
Rechazo de la concepción formalista del comentario de textos: ello no supone dejar de lado el estudio de los aspectos formales del discurso, sino más bien abordar este estudio en la medida adecuada, de carácter funcional. El sentido no puede existir sin la forma, pero esta se encuentra siempre al servicio de aquel. Un análisis formalista del discurso olvida este principio y acaba alejando al alumno de las vivencias estéticas que aquel pretendía expresar, para dejarlo inmerso en un juego excesivamente escolar y poco significativo.
Es conveniente adoptar una actitud hermenéutica con los textos: no parece oportuno realizar un análisis o disección de los textos en sus elementos componentes de acuerdo con una estrategia establecida previamente con carácter general. Por el contrario es preferible adoptar una actitud de carácter interpretativo, situarse ante el contexto como lo hace el lector, sin demasiadas estrategias previas.
Estudio histórico de los textos, pero no historia de la literatura: la selección y secuenciación de los diversos textos con los que se trabaje no debe realizarse con criterios cronológicos, sino atendiendo el grado de dificultad semiológica que presenten. Pero este criterio no significa que se deba renunciar a entender las raíces históricas de cada texto, pues también se pretende que los alumnos entiendan como las circunstancias históricas se encuentran plasmadas en el texto.
Estudio interdisciplinar de los distintos textos: abordar la literatura desde diversas coordenadas que nos ayuden a entender el arte como una manifestación  de unas inquietudes psicológicas y sociales muy concretas.
Estrategias comprehensivas en el estudio de los textos: hay que tender a vincular textos a partir de una misma experiencia o de un modelo cultural relevante más que por su pertenencia a épocas, géneros o estilos.
Desarrollo de la creatividad como productividad intertextual: debemos valorar la capacidad de los alumnos para transformar textos, pero no de manera mecánica  sino con autenticidad pragmática, imaginando contextos o situaciones reales.
Carácter significativo del aprendizaje: es conveniente estudiar obras de algún modo relevantes para los alumnos.




LITERATURA Y MITO: UNA EXPERIENCIA DE AULA  

Gutiérrez Pasalodos, Rosa

Ø  LA LITERATURA EN EL AULA
La literatura es el arte que tiene  una presencia más importante en todos los sistemas educativos, no se ha correspondido siempre con una valoración de su papel educativo y ha quedado relegada a mero barniz cultural o auxiliar en el aprendizaje de la legua
La literatura es antes que nada una configuración de emociones, ideas y sentimientos que están cargados de un sentido profundo y global. El signo literario es  semánticamente denso  y es este significado de lo literario lo que ayuda al lector a “ordenar su caos”  interno, a construir su psiquismo, utilizando los elementos del relato que encajan su realidad vital.
La literatura: Ayuda al lector a inscribir su experiencia cotidiana en lo simbólico para que pase, de ser un caos en emociones primarias a ser una realidad cargada de significación.
Ø  EL MITO
La interpretación del mito nos permite identificar los conflictos míticos con los problemas del ser humano
El proceso de simbolización es de orden psicológico, desde este punto de vista, la mitología es un conjunto de relatos simbólicos que una sociedad vive como verdaderos.
Puede ser de utilidad  para los alumnos el regreso al mito, la palabra significadora, como forma de recuperar la imaginación expresiva y simbolizante que es el móvil esencial se la Literatura.
Ø  ORIETACIONES DIDÁCTICAS
El tema que elijamos debe de responder a una situación real de aula. Los alumnos tienen que sentir de algún modo que el tema ha sido solicitado por ellos.
En cualquier caso es necesario para el éxito de la experiencia que el tema elegido sea la respuesta a una interrogante surgida en el aula y aceptada por los alumnos.
Explicar a los alumnos las metas de cada actividad y del trabajo en su conjunto y cuáles serían las pautas de valoración.
Los objetivos explícitos ante los alumnos deberán de ser formulados de forma clara y de manera que sea evidente que pueden ser evaluados.




MUNDOS NARRATIVOS, MUNDOS IMAGINARIOS Y MUNDOS ARTÍSTICOS


Mundos narrativos de la lectura, interpretación del texto.


·           Reglas del texto y normas de la cooperación textual.

El autor y el lector, hablan entre ellos por medio de la forma y el contenido del texto, el primero revela al segundo las características para establecer la relación con el lector, el segundo entra en el universo de quien escribe siempre respetando la libertad del autor; éste es el juego de la narración.
El análisis formal del texto responde a la preocupación por entender por qué este ofrece más o menos placer, mientras que el abandono al gusto por la lectura presupone una motivación estética muy fuerte que  supera a cualquier interés respecto a la fenomenología de la lectura.

El texto narrativo va disgregándose a medida que el lector realiza sus inferencias. Este no requiere sólo de un autor que lo invente y lo cree, sino también de un lector que actualice el texto, lo transforme y lo reconstruya.

o  Texto narrativo:

El texto esconde procesos de escritura, códigos interpretativos, modelos de lectura, modalidades retóricas, pruebas ideológicas, lógicas inferenciales…
El texto por medio de las palabras concilia a los hablantes entre ellos. y como mediador de los sistemas culturales y de los signos, favorece la reciprocidad de las interpretaciones, la comprensión mutua del mundo y la conversión de los aparatos lingüísticos en discurso.

Desde la semiótica: el texto es una estructura realizada en relación con un sistema. Ahora en el pedagógico le interesa poner en evidencia la necesidad de educar al lector y al autor. La hermenéutica, es decir la interpretación y la comprensión del texto, exige la intervención de la imaginación del lector para una obra de reconstrucción de la realidad.

o  El acto de la lectura: supone, disfrutar del desear leer. Proporciona el establecimiento de una integración comunicativa más ajustada entre el lector y el autor, así como la construcción de los efectos estéticos y críticos de los textos. Penetrar y vivir en el texto es el auténtico objetivo del lector.

o  La cooperación textual: existen diversos factores comunes entre autor y lector, tipologías lingüísticas, competencias léxicas, áreas enciclopédicas, patrimonio cultural, mundos reales e imaginarios de referencia, códigos de escritura y de lectura, falacias, códigos, etc.


·           El texto narrativo en la infancia y sus niveles de interpretación.

La lectura  aquí  es conocimiento, comprensión y maravilla.  El lector podrá descifrar, jugar y divertirse con éstos descubrimientos.  Incitar al lector a adentrarse en el texto significa introducirlo en una operación intelectual y cultural compleja pero cautivadora.  Los niveles de interpretación:

-Búsqueda del objeto del relato, análisis del establecimiento formal sobre el que se fundamenta el relato.

-Búsqueda del sujeto o del relato, el análisis de las implicaciones subjetivas que la narración exige desde su historia más íntima y personal.

·           Educar al lector (y al autor) en la cooperación interpretativa.

o    La estructura de la narración: palabra, discurso, texto: frente a ello el lector procede primero a realizar grandes síntesis, denominadas macroproposiciones. Cada una de éstas es una operación mental de tipo abstracto que se actualiza después de que el lector haya llevado una dinámica interrogativa. La estructura efectiva del texto es la fábula “el esquema fundamental de la narración, la lógica de las acciones y la sintaxis de los personajes, el curso de los eventos ordenado temporalmente”.


·           Entre el juego y el conocimiento.

Loa obra literaria que  se dirige a la infancia o a la juventud posee una fuerte carga simbólica. La narración misma puede reconocerse como práctica simbólica. El mito, como juego de libertad, exige la imagen ilusionista teatral y lúdica del niño. La lectura transcurre en los mundos efímeros que el lector joven, mediante previsiones (sobre mundos posibles de aquel mundo también posible), inferencias (encaminadas a deshacer los enredos del texto), abducciones (método para formular una predicción general sin ninguna seguridad positiva de que ésta resulte válida), invenciones (actividad de institución de nuevos códigos) e imaginaciones, sabe reconocer.

·           Realidad, narración y mundos posibles.

La experiencia narrativa es, para el niño, una ocasión de conocimiento del universo mágico representado por el texto literario. Acostumbrado a permanecer en relación constante con la realidad ya una continúa interpretación de las imágenes reales. Y si la clave más idónea para acceder a la lectura es la palabra o el lenguaje, también debemos saber penetrar con éste en el discurso literario entendido como: mundo posible. Lo que distingue a la narración de la realidad se encuentra dentro de la categoría de mundo posible.

·           Implicaciones pedagógicas y didácticas.

Cada lector tiene su propia identidad, esta no es estática, cada nueva lectura modifica sus códigos. Cada lector posee su propia historia. La educación de la lectura es reducida al mero conocimiento de una técnica o búsqueda de información, pierde su potencialidad cultural. La educación de la lectura está incluida en los límites de una formación permanente, que dura toda una vida y es en los primeros años de ésta cuando dicha formación debe comenzar.

La lectura es conocimiento y fascinación.



Teatro y espectáculo

RASGOS ESENCIALES EN EL DISCURSO TEATRAL
El texto literario y el texto espectacular  
Obra de teatro: texto destinado a una representación. Debe considerarse desde una doble perspectiva:
ê  Gramática del texto teatral: obra escrita por el dramaturgo, compuesto fundamentalmente por el diálogos: escritos en el texto y hablados en la escena.
ê  Gramática de la representación teatral: interpretación o realización escénica llevada a cabo por los actores y el director de escena.
El texto espectacular se configurara a su vez como el conjunto de indicaciones que están en el texto dramático, bien en el diálogo, bien en las acotaciones, y que sirven para ejecutar su puesta en escena
La polivalencia del signo dramático
Un objeto presente en el escenario no sólo es un signo, sino que se convierte en un signo de signo, al remitir a un conjunto de sentido. Un objeto es al que es y está; un signo es algo que además de ser y de estar, significa
ê  Signos del discurso oral y escrito: palabra y tono
ê  Signos que se manifiestan en el actor: mímica, gesto y movimiento
ê  Signos que manifiestan en el personaje: maquillaje, peinado y vestuario
ê  Signos característicos del espacio escénico: accesorio, decorado e iluminación
ê  Signos acústicos: música y efectos sonoros
El teatro como forma específica de comunicación
El discurso dramático se caracteriza por estar sometido a un proceso especifico de comunicación, que exige la presencia de un intermediario explicito: el director de escena.
El esquema en el teatro es emisor – mensaje - intermediarios – receptor.
Autor – texto escrito – director de escena y actores – representación – publico
La labor del director de escena es ante todo la labor de un transductor (propone).
El diálogo dramático
Es la forma especifica de comunicación del discurso teatral.
Aquel proceso verbal interactivo o proceso semiótico de interacción, en el que dos o más sujetos hablantes que alternan.
CATEGORÍAS SEMIOLÓGICAS DE LA LITERATURA DRAMÁTICA
Funciones y personajes
La interpretación del personaje dramático puede abordarse a partir de los siguientes aspectos:
Nombre propio (nombre común que funcione como propio)
Garantiza la unidad de las referencias lingüísticas que se dicen sobre el personaje, las cuales proceden de fuentes textuales muy diversas y constituyen su etiqueta semántica. En el caso de un nombre común que funciona como propio, hay que advertir que la nominalización puede resultar un intento de reducir el personaje a un prototipo.
Etiqueta semántica: predicados y notas intensivas
Es resultado de la lectura que el intérprete o espectador realiza de la obra, a través de los datos que de forma sucesiva y discontinua aparecen a lo largo de la representación teatral, con objeto de construir interpretativamente lo que el personaje dramatice es y representa.
La etiqueta semántica se construye a partir de predicados semánticos y notas intensivas que se dicen sobre el personaje a lo largo del discurso y proceden de fuentes diversas.
ê  juicios aportados de forma directa por el autor
ê  datos procedentes de otros personajes
ê  criterios procedentes de la opinión y conducta del propio personaje
Funcionalidad y dimensión actancial
Signos de acción o de situación, de signos dinámicos que cambian a lo largo del discurso en el que se inscribe el personaje
Relaciones y transformaciones del personaje en el relato
Están presentes los signos de acción y los signos de relación.
ê  *signos de relación: rasgos distinticos que oponen en el cuadro de actuantes, o en el conjunto de personajes, uno a otros y pueden apoyarse en criterios funcionales (burlador/burlado); aluden al ser o a sus cualidades semánticas; a los signos de acción, etc.
A lo largo de la redacción la conducta del personaje cambia
Intertexto literario y contexto social
Nos permiten adquirir un conocimiento del personaje anterior a si manifestación a su manifestación en la obra literaria. El nombre lleno, (prototipos) ayudan a adquirir un significado previo a su acción y presentación en la obra de teatro.
Transducción del personaje literario
Designa el proceso por el cual un personaje literario es con frecuencia interpretado no sólo por lo que sobre él está contenido y referido en la obra, sino también por el conjunto de interpretaciones que la crítica ha vertido sobre él. 
Semiología del tiempo dramático
El discurso dramático se escribe para ser representado en un tiempo convencional y limitado. Se organizan las unidades del drama en tiempo presente, con la representación mediante la palabra de los personajes, está abierto al tiempo del ser humano.
Tres niveles del tiempo del teatro:
ê  tiempo de la historia: es el más heterogéneo y multiforme, puede ser más o menos amplio, al abarcar una trayectoria vital, o vincularse a la vida interior. Pueden ser días, meses, años, etc.
ê  tiempo del discurso; resultado de una adaptación, realizado mediante recursos diversos, realizada mediante recursos diversos del tiempo de la historia, problemas: necesidad de presentar el pasado en presente y la extensión: el tiempo del discurso ha de disponer o preparar el tiempo de la representación, se trata de incorporar un pasado extenso a un presente limitado
ê  tiempo de la representación: tiempo que transcurre durante la representación de la obra dramática ante un publico ( 2 horas mas o menos) 
Semiología del espacio dramático
Tipos:
Edificio teatral
Espacios previos de la obra dramática, son fundamentalmente dos: el teatro (edificio dispuesta para la representación) y el escenario (destinada para la puesta en escena)
Espacio dramático
Espacios escénico, lúdico e interlocutivo
ê Espacio escénico: ámbito escénico adaptado mediante la decoración a las acciones que allí se representan.
ê Espacio lúdico: espacio instituido por los personaje en el trascurso de la representación, y se define en relación a sus movimientos, posiciones y distancias. Modalidad espacial representada por el personaje. Esta estrechamente ligado a la actividad del actor sobre el escenario durante el tiempo de la representación.
ê Espacio interlocutivo: constituido por el modo y las condiciones en que se representa o ejecuta el discurso lingüístico del personaje, la posición, distancia y número de personajes presentes en el escenario se encuentran estrechamente relacionados con el uso de determinadas formas locutivas tales como, soliloquio (expresión), el monólogo (comunicación), el dialogo (interacción), el dialogismo (audición o recepción).
Espacio de la contemplación
 Espacio que ocupa el publico, la sala del teatro
Lenguaje dramático
Modos de enunciación de los procesos semióticos, que permiten identificar en el texto literario y el texto espectacular cuatro formas o tipos principales de enunciación teatral:
ê Soliloquio: proceso semiótico de espresión (hablar: yo- lenguaje) un solo personaje habla: nadie lo escucha, nadie lo ve, nadie lo acompaña, ni en el espacio no en el tiempo.
ê Monólogo dramático: (hablar a: Yo- tu) enuncia un discurso sin la intencionalidad de obtener respuesta
ê Diálogo: interacción en el que dos o más sujetos alternan su actividad en la emisión y recepción de enunciados
ê Discurso dialógico: (comunicación e interacción)


GUIA DE ESTUDIO

EN EL TEXTO DE STEVEN BERMÚDEZ ANTÚNEZ:


¿Cómo se define a la teoría literaria?
La teoría literaria, como parte de una ciencia de la literatura, se nos sigue presentado con algo de “vergüenza”. A ello ha contribuido el “pensamiento fragmentario” postmoderno. No obstante, desde nuestra perspectiva, la teoría literaria, afianzando sus aportes y perfilando su espacio de colaboración, puede ofrecer algunas luces en este campo minado. De todos modos, el asunto de las emociones debería estar bien situado entre sus ámbitos de interés y reflexión si entendamos a la teoría literaria como un conjunto de proposiciones que debería interesarse por todo aquello que hace a algo funcione como literario, esto es, como un metalenguaje que trata sobre aquellos textos considerados como literarios.

En el ámbito literario, como se manifiesta la interaccionalidad ficcional y ¿en qué tipo de elaboraciones se basa?  Explica y argumenta brevemente.

En el ámbito literario, las emociones sólo han sido convocadas para tratarlas desde el asunto de la experiencia íntima que provoca en cada lector. Esta visión conlleva a la identificación de esta experiencia como algo transcendental de lo humano y que, por tanto, quedaría fuera de todo alcance de la especulación teórica (Webster, 1990). Pero podemos considerar que las teorías deberían cuestionarnos todo lo aparentemente visible y obligarnos a extender nuestra mirada más allá. Revelan, de este modo, que toda comprensión supone un valioso esfuerzo intelectual. Las teorías preocupadas por lo literario se han enfrascado en una terca actitud de purismo innecesario y desdeñan muchas otras áreas que pudieran alimentar mejor un conocimiento tan complejo como lo es el interactuar y disfrutar de productos ficcionales. Dado que la interacción ficcional (por ejemplo, leer literatura o ver películas) es un tipo de interacción humana como tantas otras, y dado, también, que está basada en elaboraciones semióticas, retóricas y en convenciones socialmente fijadas, no se puede entender en toda su extensión e impacto social si no se abre a las otras áreas disciplinares que atienden aquellos aspectos que, aunque ni propia ni estrictamente literarios, le son colindantes y determinantes.

Las emociones, son de importancia central para la comunicación literaria, ¿por qué?


La emoción literaria es la impronta sensitiva con la cual se conecta el lector, producto de su reconocimiento y apreciación en la obra literaria como resultado de un acto intencional del autor. Lo importante de estos procedimientos es que son los responsables de la representación metal producida en nuestras mentes como consecuencia del actor lector.
Las emociones son un aspecto central en la eficacia y éxito de la comunicación literaria, es indudable que requieren ser incluidas como parte de los supuestos centrales y distintivos que conformaría una teoría de la literatura. Hasta ahora sólo cierta versión de la teoría de la recepción (ya que ésta también presenta tendencias) parece haberse percatado del asunto.

Las emociones se manifiestan desde 2 dimensiones, menciónalas y explica en cuál de las 2 hay que conectar teoría literaria y emociones, y ¿por qué?
-Para Casacuberta (Casacuberta, 2000:127-128) las emociones se definen por conjunto criterial:
a) Una experiencia que produce una persona al evaluar un evento, consciente o inconscientemente, de modo tal que el evento se evalúa como relevante para el objetivo que se considera importante. La emoción se experimentará como positiva si el objetivo es alcanzado y negativa si se impide su logro.
b) El foco de una emoción es que facilita la acción y puede conducir a la modificación de planes. Esto se traduce en que una emoción prioriza unas cuantas líneas de acción o actuación.
c) Las emociones se experimentan como un tipo de característico de estado mental. Con frecuencia tales estados mentales vienen acompañados de cambios corporales, expresiones faciales, acciones, etc.
Tampoco podemos asumir la propuesta de una definición como una cuestión de “todo o nada”, de modo tal que nos sintamos enteramente satisfechos con ella y no haya más que decir; o por caso contrario, convencidos de que toda definición es insuficiente, no nos molestemos en la construcción de ninguna.
Como podemos observar, las emociones, sean lo que sean, son un fenómeno fisiológico fundamentalmente. Es algo que “sienten” nuestros cuerpos debido a la segregación de ciertas endorfinas. Está claro que esta dimensión no tiene mucho que dar en una teoría literaria. El asunto está en que además de esa indudable participación fisiológica, en lo que también se está de acuerdo es que las emociones se producen gracias a una buena participación de índole cognitiva. Es desde esta dimensión donde sí hay que conectar teoría literaria y emoción. Las emociones, como formas de sentir y las emociones como formas de pensar, han entrado en tensión, queriéndose una imponerse a la otra. Hoy podemos asegurar que ninguna resuelve, satisfactoriamente, de manera aislada, su utilidad y participación en la vida humana:
-La taxonomía de Oatley justifica los tipos de emociones que se producen al interactuar con mundos ficcionales. Kneepkens y Zwann (Kneepkens & Zwaan, 1994) han propuesto la siguiente:
a. Las emociones que se generan dentro del texto (en el mundo ficcional). Estas estarían motivadas por procesos de empatía o identificación con los personajes y sus vicisitudes dentro del mundo ficcional.
b. Las emociones que se generan a partir de la interacción con el texto como artefacto artístico. Estas se gestan por el reconocimiento de ciertos procedimientos formales que hacen pueden provocarlas.
Creados en las novelas, los cuentos o las obras teatrales como simuladores, esto es, cognitivamente comportándose de la misma forma en que lo hace las simulaciones por ordenadores; sólo que tales simulaciones, en lugar del ordenador, ocurren en nuestras mentes.

¿Qué son los mundos ficcionales y quiénes son los habitantes ficticios?
Narrador y personajes

¿A qué dan origen? define y explica el proceso que los implica.

La obra literaria se origina por acciones intencionales de su autor, quien a través de un proceso de estratificación de elementos, plasma su imaginación artística. Una vez constituida, se ofrece a una variedad de lectores, en diferentes espacios y tiempos. Del mismo modo, todo mundo ficcional plasmado en una obra de arte verbal deja espacios para la intervención del lector. El acto de escribir está sometido a una limitación física: no se puede decir todo en la escritura. Lo no dicho por el autor queda indeterminado en la obra, pero se puede completar y puede ser subsanado a través de la colaboración del lector. Cuando el lector opta por hacer esto (colma las indeterminaciones del mundo ficcional) la obra se convierte en un objeto estético íntegro. Las indeterminaciones de una obra son espacios proteicos para el impacto emocional.

EN EL TEXTO INTRODUCCIÓN A LA TEORIA LITERARIA:

Se define a la literatura como:
Literatura engloba los siguientes significados:
El conjunto de obras escritas de ficción con una finalidad lúdica.
Producciones escritas por autores–creadores y avaladas por la crítica literaria.
Clase de escritos que se distinguen por su belleza de estilo o expresión, su preocupación por la forma, a diferencia de los tratados científicos o trabajos en los que es prioritario el contenido sobre la preocupación estética.
Arte que crea belleza por medio de las palabras. Es una de las Bellas Artes, junto con la Arquitectura, la Escultura, la Pintura, la Música, la Declamación y la Danza.
Conjunto de obras literarias producidas en una época: Literatura barroca, literatura romántica...
Bibliografía existente acerca de un tema específico.
Compendio de obras literarias de un país o de una nación a través de la historia.
En su más amplia acepción, por literatura se entiende todo lo relacionado con las letras, particularmente las escritas, y podría definirse como "el conjunto de la producción escrita".
En suma entenderemos por literatura el arte que hace uso de la palabra y la ciencia que estudia desde diversas perspectivas este uso característico de la palabra.

Define a la teoría literaria:

Es la teoría de la interpretación de la literatura y la crítica literaria.
En la búsqueda de una definición precisa de los conceptos «literatura» y «literario», surgió la disciplina de la Teoría de la Literatura, que empieza por delimitar su objeto de estudio; la literatura.

Posturas teóricas que expone para realizar la critica a una obra literaria:

5.1 Nueva crítica
5.2 Formalismo ruso
5.3 Hermenéutica alemana y filólogos
5.4 Estética de la recepción
5.5 Estructuralismo y semiótica
5.6 Postestructuralismo
5.7 Postcolonialismo
5.8 Pragmatismo Americano
5.9 Mitocrítica
5.10 Marxismo
5.11 Feminismo
5.12 Teoría Queer
5.13 Psicoanálisis
5.14 Deconstrucción
5.15 Nuevo historicismo
5.16 Estudios culturales
5.17 Poética Cognitiva
5.18 Materialismo Filosófico
5.19 Otros teóricos


DE ACUERDO AL TEXTO LA APRECIACIÓN DE LA LECTURA:


Cual es la mejor respuesta para responde a la cuestión ¿Cómo saber cuando un texto está bien escrito?


Un buen escritor tiene la visión aguda, la habilidad de encontrar donde hay y donde no hay. Pero puestos a pensar, ese buen escritor retoma un tema humano cualquiera, una circunstancia común y la hace genial a golpe de palabras. Escribir no siempre significa escribir bien. Es necesaria una cierta habilidad para poner coherencia en lo que se está pensando para poder comunicarlo de manera que el mensaje llegue al otro y transmita nuestra idea

como el arte de expresar belleza mediante el uso de la palabra y recursos estilizados, la literatura se constituye como un cuerpo de arte y al igual que cualquier otra manifestación artística es reflejo del panorama social y la percepción que un individuo, el literato, tiene de esta.

Elementos que engloba el significado de literatura: